Incapacidad permanente por accidente de trabajo: qué debes saber

Las lesiones o secuelas de un accidente laboral pueden derivar en la solicitud de una incapacidad permanente. Esta incapacidad se reconoce cuando las lesiones que dan lugar a la misma se producen cuando estás desempeñando tu actividad laboral.

Para solicitar una incapacidad permanente provocada por un accidente laboral no se requiere cotización previa, siendo el único requisito necesario estar en situación de alta o asimilada al alta en el momento que se haya producido el accidente del trabajador.

Responsabilidad de la empresa

La empresa o la compañía aseguradora tienen la obligación de indemnizar al trabajador que sufre un accidente de trabajo. Ya sea consecuencia de una negligencia empresarial, si no ha tomado las medidas oportunas para garantizar la seguridad del trabajador o no le ha dado de alta debidamente en la Seguridad Social.

Además de la prestación correspondiente por incapacidad permanente abonada por la mutua, tendrías derecho a reclamar a la empresa un recargo de prestaciones y la responsabilidad por daños y perjuicios, ya sea por vía civil o penal.

Tipos de incapacidad permanente

Hablamos de gran invalidez cuando el trabajador que se encuentra afectado de una incapacidad permanente como consecuencia de perdidas anatómicas o funcionales, necesita la asistencia de otra persona para realizar los actos más esenciales de la vida (vestirse, desplazarse, comer o análogos).

La incapacidad permanente total para la profesión habitual inhabilita al trabajador para realizar las labores principales de dicha profesión, pudiéndo dedicarse a otra tarea diferente.

Dentro de este grado, puede calificarse la situación como cualificada cuando el beneficiario tenga más de 55 años, circunstancias profesionales, personales o sociolaborales que hagan presumir la dificultad de encontrar un nuevo empleo.

Por otra parte, la incapacidad permanente absoluta para todo trabajo inhabilita por completo al trabajador para cualquier profesión.

Tanto la total como la absoluta pueden calificarse como gran invalidez, cuando, además de las pérdidas anatómicas o funcionales, precisen asistencia de otra persona para actos esenciales de la vida.

Acerca de la Base Reguladora

La Base Reguladora es la cantidad o baremo que se utiliza para calcular las pensiones por incapacidad permanente, en cualquiera de sus grados. Por ello, la cuantía que percibirás en caso de que se te reconozca una incapacidad permanente variará en función de tu base reguladora. Esta base dependerá de tu cotización durante un periodo de tiempo concreto.

En el caso de una incapacidad permanente solicitada por accidente laboral, la base reguladora que has de tomar para el cálculo de la pensión varia en función del grado de incapacidad de que se trate: total, absoluta o gran invalidez.

  • Incapacidad permanente total: 55% de la base, 75% para mayores de 55 años.
  • Incapacidad permanente absoluta: 100% de la base reguladora.
  • Gran invalidez: Incapacidad permanente total o absoluta más una incremento.

¿Y las prestaciones por desempleo?

En el caso de encontrarte en una situación de incapacidad permanente estando desempeñando una actividad laboral y se ha producido extinción de contrato por finalización o despido, debes prestar atención a si el grado es total. En ese caso, tendrás derecho a percibir la prestación o subsidio por desempleo que corresponda, además de la pensión. Si es absoluta o gran invalidez la percepción de la pensión por estos grados de incapacidad permanente es incompatible con las prestaciones o subsidios por desempleo.

En Magnum Abogados estamos a tu disposición para que resuelvas todas las cuestiones que te surjan sobre la incapacidad permanente por accidente de trabajo, entre otras el cálculo de todas las indemnizaciones para cualquiera de los grados de dicha incapacidad.

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